Superviviente del Holocausto, primera presidenta del Parlamento Europeo y la lucha por la ley de aborto en la Francia de 1975.
Luego del éxito de “La Vida en Rosa” (2007), película que otorgó un Oscar ha mejor actriz para Marion Cotillard encarnando a la talentosa Edith Piaf, Olivier Dahan ha tenido por objetivo retratar la vida de importantes mujeres para la historia francesa, siempre mezclando contextos políticos, artísticos y sociales, como lo fue su última película “Grace of Monaco” (2014) protagonizada por Nicole Kidman en el rol de Grace Kelly.
La biografía de Simone Veil bajo el título “Simone, la mujer del siglo”, llega este año a nuestro país y viene a completar una trilogía de biopics a lo largo de la carrera de Dahan. Interpretada en dos momentos de su vida por Rebecca Marder (joven) y Elsa Zylberstein (mayor). La historia de vida de la primera presidenta del Parlamento Europeo llega a Cine Arte Viña del Mar y queremos comentarte algunos hitos importantes de su historia y el rol fundamental que cumple en el avance de los derechos para las mujeres.
La relevancia histórica de Simone Veil
Simone Jacob nació en Niza (Francia) en 1927 en el seno de una familia judía. En 1944 fue detenida junto a su familia por los nazis, pasando por diferentes campos de concentración, incluyendo Auschwitz-Birkenau y Bobrek, Bergen-Belsen. De este horrible episodio solo sobrevivieron ella y sus dos hermanas, pudiendo retornar a París en 1945. Un año después, en 1946, contrajo matrimonio con Antoine Veil, un político francés de alto rango.
Tras sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas, en 1974, Valéry Giscard d’Estaing, recién electo presidente de la República Francesa, le ofreció el cargo de ministra de Sanidad. Logrando en 1975 la legalización del aborto con el apoyo de la oposición. Una ley conocida hasta la actualidad como loi Veil (ley Veil) y que ha sido marco de referencia para diferentes países.
En 1979, fue elegida por su partido para representar al parlamento en la Eurocámara, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo más alto de una institución de la Unión Europea. En ese período impulsó grandes reformas medioambientales, de asuntos exteriores y derechos humanos. Tras 14 años en ese rol, en 1993, volvió a la política francesa como ministra de Estado y ministra de Sanidad y Asuntos Sociales.
Años más tarde, en el 2008 fue elegida como miembro de la Académie Française, una de las pocas mujeres distinguidas con este honor, Veil hizo grabar tres cosas en la espada ceremonial entregada a cada miembro. Eran las siguientes: el número de su tatuaje en Auschwitz (78651), el lema de la República Francesa (Libertad, Igualdad y Fraternidad) y el lema de la Unión Europea (Unidos en la Diversidad).
En 2011, la explanada situada frente al edificio principal del Parlamento Europeo en Bruselas pasó a llamarse en su honor «Ágora Simone Veil». Tras su muerte, el 30 de junio de 2017, se llevó a cabo una ceremonia fúnebre donde el presidente Emmanuel Macron, anunció la decisión de volver a enterrar a Veil y su marido en el Panteón de París, acto que se llevó acabo un año después.
«La guerra había segado a una generación entera. Estábamos desmoronados. Mis tíos habían sido médicos, pero ya no les quedaba nada. Su clientela había desaparecido. Su casa había sido saqueada. Sus ahorros se habían esfumado. Al día siguiente de mi llegada a París, como no tenían dinero ni ropa que ofrecerme, una vecina vino en mi rescate con un vestido y algo de ropa interior. En aquella casa reinaba un ambiente desolador. No quedaba ni un solo mueble. Los espejos habían desaparecido, a excepción de los que estaban sellados a las paredes, que los saqueadores no habían podido llevarse. Por las mañanas me lavaba frente a un espejo roto por una bala. Mi imagen aparecía agrietada, fragmentada. Lo consideré simbólico. No teníamos nada a lo que aferrarnos. Mi hermana Milou estaba gravemente enferma, mi tío y mi tía habían perdido las ganas de vivir. Fingíamos querer seguir adelante».
Simone Veil, extracto de “Amanecer en Birkenau” (2022) de David Teboul.