Crítica a ‘María’ de Pablo Larraín: “Las virtudes del éxito en el ocaso de la desolación”

Lo nuevo de Pablo Larraín, María (2024), culmina con la trilogía de perfiles femeninos impuestos por su director, compuestos por Jackie (2016) y Spencer (2021), cerrando el ciclo con la película de la cantante de ópera María Callas protagonizada por Angelina Jolie, dirigida por un cineasta chileno que ha logrado que sus dos protagonistas anteriores (Natalie Portman y Kristen Stewart) recibieran nominaciones al Oscar por sus interpretaciones.

Seamos honestos, esa es una de las principales razones por las que se producen estas películas hoy en día. Porque es algo que atrae al actor o actriz, o porque el estudio cree que el público irá a verlas por las estrellas que admiran. Y es precisamente por eso que las biografías de grandes figuras y símbolos de la cultura pop han perdido creatividad. Se han convertido en un producto completamente industrializado, funcionando como plataformas para que los actores brillen en busca de una codiciada nominación.

La repetición de secuencias en las que se muestra a las protagonistas desde grandes panorámicas para resaltar su soledad visual llega a ser cansada. Sin embargo, son estos mismos recursos los que le han otorgado reconocimiento crítico internacional. Y es precisamente gracias a su habilidad para perfeccionarlos que llegamos a María Callas, tal vez el mejor exponente de este estilo de biopic del cineasta chileno. Es evidente que habrá opiniones variadas sobre la película, y hay varias razones para ello. Una de ellas es que la María Callas que presenta Larraín resulta un tanto unidimensional. Angelina Jolie intenta interpretar tanto a la diva arrogante como a la mujer emocionalmente frágil, pero, al buscar fuerza para su personaje, se queda principalmente en el primer aspecto. No obstante, esto no es un problema en la trama de la película. Claro está, todo esto también se ve favorecido por el impresionante trabajo fotográfico que maravilla en cada plano.

Uno de los aspectos que más deberíamos valorar de María Callas es que Pablo Larraín finalmente cierra su trilogía. Es probable que no volvamos a ver a una mujer importante alejada y caminando sola, mientras la música trata de transmitir su profundo sufrimiento. Es crucial que se aleje de esa fórmula tanto como sea posible. Ya ha alcanzado el reconocimiento internacional y la estima entre sus colegas, lo que le permite hacerlo. Al igual que sus protagonistas, está en una encrucijada que solo podrá superar avanzando hacia nuevos horizontes. Ojalá no se quede en la zona de confort.

María (2024) ya está disponible en Cine Arte de Viña del Mar.

Puedes comprar tus entradas en boletería o por PassLine.

Artículo escrito por Felipe Rives, estudiante de Periodismo.